Por: Pilar Mora Valencia
No se si es la fecha o como sopla el viento
o ver a las flores pendular alegres
tal como la gente, disfrutando un concierto
o como danzan las hojas en un círculo revuelto
tal vez es recordar a mi padre que no está
y la magia de su recuerdo lo que me hace suspirar
o que ya estoy cerca de un aniversario más.
Pero la melacolía me asalta desprevenida
y me deja sin armas para intentar una sonrisa
todo me conmueve hasta lo más pequeño
cosas insignificantes como un botón o el hilo
o más apabullantes, como mis gatos
o los colibríes haciendo malabares en cada flor de mi patio.
Siento que la vida pasa rauda ante mí
y no quisiera despedirme sin conocer París
sin haber ido a Venecia, sin visitar Estambul
sin presenciar que la justicia haya ganado por fín
sin escuchar solo el ruido de una estrepitosa paz
que acalle bombardeos, guerras y derrotas sin par
porque en las batallas nunca hay ganadores
aunque no lo crean, siempre hay perdedores.
Dirán que es utopía, que tal vez enloquecí
que cómo se me ocurre imaginar algo así...
¿El mundo sin guerras? ¿Sin necesidad de treguas?
¿Donde no exista el hambre?
¿Donde la palabra miedo no abunde ni espante?
¿Donde los abusos no se normalicen?
Donde ser humano no se animalice
que vean más allá de sus propias narices
que no se destruyan por cosas banales
que nada es de nadie y eso todos lo saben
pero se empecinan en querer reinar
en reinos sin tronos olvidando amar...
Pilar Mora V.
Puerto Escondido, Oaxaca, Agosto 1° de 2024
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