El autor antioqueño (1951) vuelve a la escena literaria, invitándonos a viajar en sus historias, protagonizadas por gente común, que le permiten al lector “recuperar la normalidad” con todos esos momentos, cotidianamente maravillosos, que Palacio Hincapié describe de manera sencilla en su nuevo libro.
La nueva obra literaria de Juan Ángel Palacio Hincapié está perfectamente escrita para este tiempo. Cada relato nos lleva a “reencontrarnos” con un montón de gente que se parece a aquellas personas que todos queremos volver a abrazar cuando pase la crisis actual que nos mantiene aislados por el coronavirus. Además, está narrado en un tono alegre que inspira confianza.
Es así como conocemos y comprendemos a Francisco, el personaje principal del primer relato, El carro robado. Un hombre ansioso e inseguro -tal vez- por lo complicado que le ha resultado volver a emplearse en un trabajo que le represente llevar recursos económicos a su hogar. Ante su difícil situación, Francisco nos deja sentir la adrenalina que lo posee para solucionar sus problemas de plata.
Transitamos también por la vida íntima de Jéfferson, el de la historia titulada A Jéfferson le cuesta mucho soñar, un profesor de 32 años, a quien sus alumnos llaman “El iluminado”, por los procedimientos y técnicas que inventa para dar sus clases. Pero fuera del aula, parece que al docente “se le van las luces”. El concepto que su esposa tiene de él es muy diferente al de sus estudiantes. Y aquí recuerdo la escena en donde su iracunda mujer, le expresa: “Como siempre, se dejó engañar”, cuando ella descubre que al computador nuevo que Francisco compró le falta la letra ñ.
Imposible no citar en esta reseña a Margarita, la de Las miradas de la reina, una exótica mujer que vive metida en un salón de belleza, haciendo alarde de sus amantes con la clara intención de despertar envidia a su paso. Sin duda, cautiva la atención del más desprevenido lector.
Termino con Gonzalo, el que protagoniza el cuento que da título a la colección, Un viaje a punto del infarto, porque conmueve y divierte el amor de su esposa y sus hijas para levantarle los ánimos, ya que él ha estado teniendo problemas con su salud. La pérdida de un pasaporte en un viaje que organiza su familia puede llevarlo de nuevo a enfermarse. Pero, en fin, hay muchos más personajes por conocer en este bello libro repleto de acción y humor.
En total, son veintiún cuentos que permiten “salir”, literalmente, del encierro en el que estamos todos metidos. Por eso, ante este insospechado viaje imaginario, tengo que acabar dando mil gracias al escritor Juan Ángel Palacio Hincapié.
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